lunes, 2 de noviembre de 2015

DIOS Y EL PACTO (acuerdo)




JESÚS NOS ENSEÑA a valorarnos unos a otros. Si meditamos en estos versículos de Mateo 18:12- 14, el pastor dejó en el redil las noventa y nueve ovejas a salvo y fue en busca de la descarriada, para Él, el valor de una descarriada en peligro era lo mismo que todas las otras puestas juntas y a salvo. Cada oveja en particular tiene un valor incalculable. Cada uno de nosotros tenemos un valor incalculable para nuestro Señor y cada uno de nosotros debe dar el valor que se nos ha sido dado a nuestro hermano, aún aquel que se ha apartado del redil. de cierto os digo que se regocija más por aquélla,  que por las noventa y nueve que no se descarriaron”.
    
LA RELACIÓN CON LOS QUE ACUERDAN. Mateo 18:15-17
 El Señor aquí nos está diciendo, aunque tu hermano te ofenda, búscale primero en intimidad, luego búscale de nuevo con otros hermanos maduros, insiste buscándole con la iglesia si es necesario y solamente después de haber tratado con insistencia, si nada funciona entonces retírate de él. Al examinar todos estos versos en contexto entendemos la relación de la enseñanza. El Señor Jesús no nos está mandando a abandonar a alguien a quien vino a salvar (vs. 10-11), alguien por quien ha dejado las noventa y nueve (vs. 12- 14), esto solamente se puede considerar después de tratar, tratar y volver a tratar, cuando se haya comprobado su corazón indolente (vs. 15-18).  

PODER DEL ACUERDO. Mateo 18:18-20
Lo que da poder al acuerdo entre dos o tres es: El amor en la unidad, el valorarnos en la unidad y la tolerancia en la unidad. La fe de uno tiene resultados pero la fe de dos o tres en mutuo acuerdo multiplica los resultados de la oración, la fe, la fuerza y la acción (Levítico 26:7-8).

·         No hay límites para la iglesia que se ejercita en el poder del acuerdo (Mateo 18:18).
·         No hay límites para lo que se pueda alcanzar a través del acuerdo (Mateo 18:19).
·         No existen límites cuando Dios mismo habita en una iglesia que se pone de acuerdo (Mateo 18:20).

DIOS Y EL ACUERDO.
La razón por la cual el acuerdo tiene tanto poder es porque es un principio espiritual que tuvo su origen en Dios mismo. Dios es uno en sustancia pero manifestado en tres personas perfectamente unidas en propósitos eternos, a esto le llamamos: la Trinidad, un solo Dios en tres personas. Dios quiere que nosotros aprendamos a funcionar bajo su  eterno principio espiritual, la unidad y el acuerdo (Juan 10:30 y Juan 17:22).
·         La creación fue el resultado de un acuerdo (Juan 1:1-3).
·         La redención es el resultado de un acuerdo divino  (1 Pedro 1:2).

La razón por la cual Dios nos llamó a ser un cuerpo es para crear interdependencia y para romper todas las barreras del individualismo. Dios sabía que con el pecado el enemigo sembró la semilla que produce la división, entonces Dios redime a su pueblo del pecado para que experimente el poder del acuerdo y para que funcione como el cuerpo de Cristo, la iglesia la prometida del Hijo.  El Señor Jesús nos enseña que el poder del acuerdo en la iglesia revela la gloria de  Dios (Juan 17:21-23).

CONCLUSIÓN
Amos 3:3  nos dice: ¿Andarán dos juntos,  si no estuvieren de acuerdo?
Este versículo se usa muchas veces para justificar la separación entre dos personas, nada puede estar más lejos de la verdad, este verso es más bien un llamado al corazón de los hijos de Dios para ponerse de acuerdo y alcanzar lo propósitos de Dios.

“Otra vez os digo,  si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren,  les será hecho por mi Padre que está en los cielos.”
Mateo 18:19

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