lunes, 23 de septiembre de 2019

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Sobre el tema de la profecía.


Más cerca de Dios

Un caminar más cerca del Señor debe ser la principal motivación de todos los que procuran dones o ministerios proféticos.  Amós 3:7 declara: “Porque no hará nada Jehová el SEÑOR, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”.  En lugar alguno de la Biblia encontramos escrito que el Señor tiene que obrar de ese modo.  No es una cuestión de obligación; antes, el Señor no quiere hacer nada sin compartirlo con los profetas, por ser ellos Sus amigos.
La verdadera esencia del ministerio profético para alguien es estar tan cerca del Señor que Él no quiera hacer nada sin que primero comparta tal cosa con la persona.  Hay dones y llamados especiales que son obligados del ministerio profético; sin embargo, más que cualquier cosa, la esencia del ministerio profético es ser un amigo especial y confidente del Señor.  Por tanto, la amistad y la intimidad con Dios deben ser siempre nuestra mayor y primordial meta.
 No es bíblica la expresión popular que dice:  “Procure a Aquel que da los dones, y no los dones”.  En verdad, esa expresión es contraria a la exhortación de la Escritura: “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis”.   Primeramente tenemos que seguir el amor si queremos que nuestros deseos por los dones espirituales sean puros, pero este énfasis no anula la necesidad de que procuremos los dones espirituales.
La declaración de Pablo de que debemos desear los dones espirituales no es apenas una sugerencia.  Es una orden apostólica que él nos da.  Nunca permitamos que la búsqueda de los dones suplante la búsqueda del propio Señor, pues este es nuestro objetivo principal, aunque es imposible aproximarnos al supremo Dador sin que recibamos dones.  No hay en el universo dones tan preciosos que los dones espirituales, y recibirlos es una evidencia de que somos agraciados por el Dador supremo.
Algunos toman la decisión de seguir el amor, y a partir de entonces sólo quedar a la disposición del Señor para que Él los use con dones espirituales, si así Él lo desea. ¡Pero esas personas raramente son usadas!  Hemos de “procurar con celo”,  los dones espirituales a fin de recibirlos.  Sin embargo, la única razón válida para que deseemos los dones es por causa del amor –a fin de cumplir los propósitos del Señor y suplir las necesidades de Su pueblo.
Si procuramos estar próximos del Señor sólo para conocer lo que Él está haciendo, estaremos usando nuestra relación con Él de una manera trágicamente manipuladora.  Deberemos procurarlo porque queremos estar cerca de Él, no por causa de lo que podamos obtener de Él. ¿Qué marido se alegraría si supiese que la única razón por la cual su esposa quiere estar con él es para obtener informaciones?  Tendremos la revelación de los propósitos de Dios si procuramos estar cerca de Él, mas eso nunca deberá ser la principal razón para que procedamos así.
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Ahora, por más de una década, los dones y el ministerio profético han sido el gran centro de atención en la iglesia.  Ha habido espectaculares demostraciones de esos dones, con un efecto positivo sobre millares de personas.  También ha habido grandes controversias por haber sido ampliamente divulgados unos pocos errores cometidos por personas con dones proféticos.  Incluso ha habido incomprensiones, cuando los dones proféticos fueron correctamente usados.
Los rígidos patrones que son aplicados al ministerio profético raramente han sido aplicados a otros ministerios. ¿Será que debemos acabar con el ministerio pastoral porque algunos pastores han cometido errores? ¿Deberemos descartar el ministerio de evangelización o el de enseñanza debido a que algunos evangelistas y maestros hayan sido deshonestos o incorrectos doctrinalmente.  Es claro que no.  De la misma manera, si quisiéramos mantener la integridad del ministerio profético, debemos aprender de los errores, que deben ser eliminados.  Pero tan sólo los errores deben ser eliminados, y no el ministerio. ¡No se mata un enfermo para acabar con su enfermedad!
Al final de los años 80, el ministerio profético atrajo la atención de la iglesia de un modo casi inaudito.  En aquella ocasión, muchos ministerios proféticos previeron que vendría una gran controversia para “purificar las filas de la iglesia”, para traer madurez a los que ejercen la profecía y para proveer las condiciones para un avance posterior más sólido y efectivo.  Lo que se denominó “Movimiento Profético” consiguió algunos progresos importantes, pero obviamente hay movimientos mucho mayores que aún vendrán.  El ministerio y los dones proféticos están para ser colocados a la vanguardia de los asuntos que en todo el mundo han asediado a la iglesia, y así acabarán contribuyendo a fin de despertar un avance espiritual que traerá un impacto positivo en todo el cuerpo de Cristo.

Los propósitos del Señor

La restauración del ministerio profético a la estatura y a la integridad que la Biblia le confiere, es importante para los propósitos del Señor, pero eso no es el objetivo del Señor.  Eso hace parte de la preparación que es necesaria para un gran movimiento que ha de venir.  A pesar de que, sin el ministerio profético, la iglesia no estará preparada para la tarea que tendrá que realizar al final de los tiempos, este ministerio es el medio para llegar a un fin, y no un fin en sí mismo.
Para no ser llevados por otro “viento de doctrina”, o como la última “moda cristiana”, necesitamos entender los mayores propósitos del Señor.  Como dice un amigo mío: “Si mantenemos nuestra atención enfocada en los propósitos supremos del Señor, seremos continuamente llevados por propósitos de menor importancia”.
Para que la iglesia cumpla su ministerio de los últimos días, tiene que tener un ministerio profético que sea confiable y preciso en sus previsiones, y que tenga una integridad impecable.  Tenemos que conocer los planes del Señor antes del tiempo de su realización para nos posicionemos correctamente antes de ejecutarlos.
Algunos ministerios proféticos previeron con años de anticipación que las murallas que cercaban los países comunistas caerían, de manera que el evangelio podría venir a ser predicado por un período de tiempo en aquellas naciones.  Desafortunadamente, incluso aquellos que habían conocido de esas profecías no hicieron lo que era necesario para prepararse para lo que estaba para acontecer.  Básicamente la iglesia fue tomada por sorpresa cuando aconteció uno de los mayores hitos de la historia de la humanidad, cambiando los polos de la política de todo el mundo.

¿Y en cuanto a los errores?
Conforme vayamos creciendo en el ministerio profético, los errores serán inevitables.  Si ocurriesen fallas, tenemos que ser sinceros en cuanto a las mismas, con la esperanza de que muchos puedan aprender de nuestros errores, y así eviten cometerlos.  La mayoría de los que tienen el don profético, con quienes me asocio, no se dicen ser “profetas” ni se preocupan por tal título.  Simplemente procuran aprender a oír la voz de Dios perfectamente y dedicándose en el sentido de que toda la iglesia alcance la condición de que cada creyente pueda hacer lo mismo. 
Algunos creyentes se apoyan en la enseñanza de que un verdadero profeta no puede hablar, y se ofenden cuando me oyen mencionando errores cometidos por los que tienen el don profético.  Mientras espero que un ministerio profético sea finalmente levantado en la iglesia, que tanga el ciento por ciento de aciertos, hasta el presente momento las únicas personas que he conocido, y que han dicho haber tenido el ciento por ciento de aciertos, jamás han dicho una previsión digna de un profeta. Aunque tal vez yo personalmente nunca haya tocado el nivel del ciento por ciento de aciertos en previsiones significativas y detalladas –y por tanto no siendo digno del título de “profeta” ante los ojos de algunos– pretendo hacer lo máximo que pueda para facilitar el camino para que otros lleguen a ese nivel.
Nuestra meta debe ser siempre el ciento por ciento de exactitud en la recepción, interpretación y aplicación de la revelación profética.  Teniendo la libertad de admitir que aún no llegamos allá, hemos de procurar alcanzar esta meta, sin desistir, hasta que la alcancemos.  Para eso será necesario tener honestidad y franqueza en relación con los errores, y humildad delante de los acontecimientos.  Dios da gracia al humilde.   Necesitamos estar mucho más preocupados en andar en su gracia que en recibir el reconocimiento de ser un profeta.

El ministerio Profetico de Rick Joyner

Más cerca de Dios







jueves, 10 de mayo de 2018

"El águila no lucha con la serpiente en el suelo. Lleva a la serpiente al cielo, cambia el campo de batalla y después la suelta. La serpiente no tiene ninguna resistencia, poder ni equilibrio en el aire. En su terreno la serpiente es poderosa y mortal, pero en el aire es inútil, débil y vulnerable. Lleva tus luchas al cielo en oración y Dios tomará el control de tus batallas. No luches contra el enemigo en su zona de confort, cambia el territorio de la batalla. Lleva tus luchas a lo alto y tendrás certeza de la victoria."
Cuando volamos tan alto como para alcanzar las alturas de Dios, estamos en posición de vencer al enemigo que no llega a esas alturas, el lugar de Jesús es a la derecha del Padre ('Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Si, pues, habéis resucitado con
Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Porque
habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. ' Colosenses 3:1-3 desde donde defiende nuestras causas porque son suyas nuestras luchas y batallas.
Desde la perspectiva del miedo, todo lo que vemos es determinante para nuestras batallas, el miedo nos hace ver solo a ras de suelo donde el enemigo pelea cuerpo a cuerpo con la ventaja de que nuestro cansancio llegará primero pero si la guerra la hacemos desde la valentía de quien pelea por nosotros, Jesús, la batalla ya está ganada. En la oración está nuestra victoria, en el entregar nuestros problemas a Jesús nuestra ganancia.
'Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad
en las regiones celestes. ' Efesios 6:12

jueves, 22 de septiembre de 2016

LIMITES EMOCIONALES


“Una persona sin control propio es como una ciudad con las murallas destruidas” (Proverbios 25:28 NTV).
En la antigüedad las ciudades estaban rodeadas por murallas y si esas murallas eran destruidas perdían el control de la ciudad frente a sus enemigos. De la misma forma cuando no tenemos límites en nuestras vidas dejamos que cualquier persona tome las riendas de nuestras vidas.


Debes entender que no podrás tomar las riendas de tu vida mientras estás agobiado y creas que eres responsable de la vida de los que te rodean. Señala tus límites y vive la vida que Dios te ha dado.

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Los límites:

1) Ponen orden a nuestra vida
2) Nos permiten tener una idea clara de quienes somos.
3) mejorará nuestras relaciones con los demás.

Saber reconocer y establecer límites nos permite ubicar a los demás en su TRATO HACIA NOSOTROS.

Los límites SANOS nos protegen de la agresión, la mezquindad y la falta de consideración de los demás.

Permitir que alguien abuse de nosotros o nos hiera, aunque sólo sea verbalmente, no implica que esa persona sea superior a nosotros. El único modo de lograr relaciones de respeto mutuo es establecer LÍMITES CLAROS,que marquen hasta donde puede una persona entrar en NUESTRO TERRITORIO, y en qué punto pasa a ser una invasión.

Limites sanos:


1)Tu propia salud y bienestar son importantes.
2) Tienes derecho a que te traten con respeto.
3) No serás manipulado ni obligado a hacer cosas que no quieres hacer, incluso si la otra persona está tratando de hacerte sentir culpable.
4) No permitas que otros te griten, te hagan sentir mal por tu forma de ser o por lo que estás haciendo.
5) No culpes a otros por algo que es tu responsabilidad y no permitas que otros te culpen por algo que no es tu responsabilidad.
6) Mantén tus emociones separadas de las de otras personas, sin importar si sientes empatía con las personas que te importan.

7) Comunica tus necesidades de forma asertiva y trata de cooperar con otros si es posible. Esto ayuda a mantener el respeto mutuo.
La persona asertiva logra establecer un vínculo comunicativo sin agredir a su interlocutor, pero tampoco sin quedar sometido a su voluntad. Por lo tanto, puede comunicar sus pensamientos e intenciones y defender sus intereses.





jueves, 15 de septiembre de 2016

Emociones de las buenas.


Juan 5
Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.2 En Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, hay un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En ellos yacían muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua, 4 porque un ángel descendía al estanque de vez en cuando, y agitaba el agua; y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviera. 5 Allí había un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y se enteró de que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: « ¿Quieres ser sano?» 7 El enfermo le respondió: «Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua se agita; y en lo que llego, otro baja antes que yo.» 8 Jesús le dijo: «Levántate, toma tu lecho, y vete.» 9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho y se fue.

Así como el paralítico de Betesda perdemos oportunidades a causa de que esperamos sin movernos a causa de que repetimos situaciones y estamos esperando que las cosas sucedan de una sola forma.
Todos tenemos emoción y razón y pensamos que ser emocional no es inteligente pero en realidad solo tenemos emociones mal usadas.

No queres recordar el pasado donde tomaste malas decisiones a causa de tus emociones. (Enojo, depresión, miedo, angustia, ansiedad). Y decís Cambiaria algunas cosas de ese pasado.

Hoy tenés que vivir el presente  pero sentís que el tiempo se  te paso como al paralitico.
Jesús te dice como al paralitico: - te estoy diciendo que tenes una nueva oportunidad, hoy, podes vivir con Jesucristo,lo que no pudiste vivir hace años. .

Te acostumbraste a actuar siempre igual,  cuando no queres ser de una forma es justamente de esa forma como actuás, y eso es porque las emociones están allí, las que te causaron dolor y malos momentos.

Para activar las emociones negativas nuestra mente evalúa dos cosas: el poder de la amenaza y nuestra capacidad para dominar la situación. Si nuestra capacidad es mayor que la de la situación que enfrentamos y no siente una amenaza no activa el la defensa.
Pero si al hacer la evaluación, nuestra mente duda de que podamos dominar la situación con facilidad, entonces se disparan las reacciones de emergencia, es decir las emociones negativas (Enojo, depresión, miedo, angustia, ansiedad).
En el momento en que aparece Jesús en la vida del paralitico se abre una nueva posibilidad, es una puerta a ponerse de pie y andar nuevos caminos, lo que antes te enojaba, te deprimía, te asustaba, etc., con Jesús lo podes cambiar y dar lugar a todo lo que antes no fue por las malas decisiones. Con Jesús es posible lo anhelado.
El amor a nosotros mismos y saber que Dios nos ama y protege nos da seguridad y confianza en nosotros mismos.
1 Juan 4:18

La persona que ama no tiene miedo. Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el verdadero amor quita el miedo. Si alguien tiene miedo de que Dios lo castigue, es porque no ha aprendido a amar.



jueves, 8 de septiembre de 2016

SACA MI ALMA DE LA CARCEL PARA QUE ALABE TU NOMBRE



Salmos 142:7

1 Samuel 22:1-2
David tenía un llamado un propósito y un plan para su vida de parte de Dios. Pero el enemigo también tenía un plan y era dejar su vida atada en prisiones de odio, rencor, venganza, falta de perdón, amargura, enojo, porque estaba experimentando algo que no era justo, ni fruto de lo que él había hecho, sino lo que otro había hecho contra su vida.
Todo lo que vivió fue base para entender y ayudar a quienes transitaran por ese doloroso camino.
 Lo que pasa dentro nuestro es lo que más afecta la vida, lo que hoy vivimos nos condiciona para lo que viviremos mañana.
Estas situaciones pueden producir ningún resultado bueno en lo que hacemos.

Afrontar adecuadamente el rechazo implica trabajar algunas cosas:

1)      cómo te sientes y qué piensas. Comencemos por los sentimientos: si te sientes rechazado, reconócelo ante ti mismo. No trates de ignorar el dolor o fingir que no te duele. En vez de pensar "No debería sentirme así", piensa que es normal sentirse como tú, dada tu situación.
2)      Tanto si decides compartir tus sentimientos con otra persona como si prefieres pensar sobre ellos a solas, reconocer cómo te sientes puede ayudarte a superar emociones dolorosas.
3)      Admite cómo te sientes pero no te obsesiones con ello. Evita hablar o pensar en ello a todas horas. ¿Por qué? El pensamiento negativo influye en lo que esperamos y en cómo actuamos. Quedarnos anclados en una actitud negativa puede incluso provocar más rechazo. Desde luego, no inspira a nadie a intentarlo de nuevo.
4)      Echarnos la culpa o hacernos de menos puede exagerar nuestros errores e inducirnos a creer cosas sobre nosotros que, simplemente, no son ciertas. Este tipo de pensamientos nos impide tener esperanza y creer en nosotros, justo las cosas que necesitamos para dejar de sentirnos mal y desear intentarlo de nuevo.

Saca provecho del rechazo

El rechazo es una oportunidad para considerar si hay cosas que se deberían trabajar. Está bien plantearse si uno podría dar más de sí o si sus metas estaban por encima de sus habilidades.
Si tus habilidades no han bastado esta vez, quizá tengas que entrenar más, estudiar más, prepararte mejor para hacer entrevistas o lo que sea necesario para que tengas más probabilidades de que te acepten la próxima vez. Utiliza el rechazo como una oportunidad para mejorar.

El camino  la restauración:

Ø  Romper el silencio, buscar ayuda  y hablar. Con alguien crecido y maduro espiritualmente, para  no ser juzgados, eso causaría mas rechazo.
Ø  Trabajar en lo emocional, tomar control sobre los sentimientos de amargura, venganza, tristeza, enojo, odio, falta de perdón, porque querrán volver cuando surjan situaciones que recuerden lo vivido.
Ø  Darle tiempo a las heridas para que sanen.

Ø  Acercarse más a Dios. Se ha echado culpa a Dios por no saber quién es el verdadero enemigo de nuestras almas. Amor de Dios, fe y domino propio son tres pilares para la restauración.

domingo, 15 de mayo de 2016

Acercándose la cima



Cuándo nos ponemos un objetivo, muchas veces en el camino ocurren cosas o situaciones que quieren detenernos, ya sean negativas o favorables, ante dichos acontecimientos la mente humana, nuestros pensamientos, o lo que hemos aprendido o visto de otras personas, nos hace detener y conformarnos. ROMPE CON ESA MENTALIDAD CONFORMISTA!, no te rindas ante el fracaso, que lo bueno que te ocurra, no sea tu limite: no te conformes con lo bueno espera lo mejor y en lo que hagas no busques el perfeccionismo, no es de Dios, simplemente busca la excelencia! Es la única forma de llegar a la CIMA.