jueves, 8 de septiembre de 2016

SACA MI ALMA DE LA CARCEL PARA QUE ALABE TU NOMBRE



Salmos 142:7

1 Samuel 22:1-2
David tenía un llamado un propósito y un plan para su vida de parte de Dios. Pero el enemigo también tenía un plan y era dejar su vida atada en prisiones de odio, rencor, venganza, falta de perdón, amargura, enojo, porque estaba experimentando algo que no era justo, ni fruto de lo que él había hecho, sino lo que otro había hecho contra su vida.
Todo lo que vivió fue base para entender y ayudar a quienes transitaran por ese doloroso camino.
 Lo que pasa dentro nuestro es lo que más afecta la vida, lo que hoy vivimos nos condiciona para lo que viviremos mañana.
Estas situaciones pueden producir ningún resultado bueno en lo que hacemos.

Afrontar adecuadamente el rechazo implica trabajar algunas cosas:

1)      cómo te sientes y qué piensas. Comencemos por los sentimientos: si te sientes rechazado, reconócelo ante ti mismo. No trates de ignorar el dolor o fingir que no te duele. En vez de pensar "No debería sentirme así", piensa que es normal sentirse como tú, dada tu situación.
2)      Tanto si decides compartir tus sentimientos con otra persona como si prefieres pensar sobre ellos a solas, reconocer cómo te sientes puede ayudarte a superar emociones dolorosas.
3)      Admite cómo te sientes pero no te obsesiones con ello. Evita hablar o pensar en ello a todas horas. ¿Por qué? El pensamiento negativo influye en lo que esperamos y en cómo actuamos. Quedarnos anclados en una actitud negativa puede incluso provocar más rechazo. Desde luego, no inspira a nadie a intentarlo de nuevo.
4)      Echarnos la culpa o hacernos de menos puede exagerar nuestros errores e inducirnos a creer cosas sobre nosotros que, simplemente, no son ciertas. Este tipo de pensamientos nos impide tener esperanza y creer en nosotros, justo las cosas que necesitamos para dejar de sentirnos mal y desear intentarlo de nuevo.

Saca provecho del rechazo

El rechazo es una oportunidad para considerar si hay cosas que se deberían trabajar. Está bien plantearse si uno podría dar más de sí o si sus metas estaban por encima de sus habilidades.
Si tus habilidades no han bastado esta vez, quizá tengas que entrenar más, estudiar más, prepararte mejor para hacer entrevistas o lo que sea necesario para que tengas más probabilidades de que te acepten la próxima vez. Utiliza el rechazo como una oportunidad para mejorar.

El camino  la restauración:

Ø  Romper el silencio, buscar ayuda  y hablar. Con alguien crecido y maduro espiritualmente, para  no ser juzgados, eso causaría mas rechazo.
Ø  Trabajar en lo emocional, tomar control sobre los sentimientos de amargura, venganza, tristeza, enojo, odio, falta de perdón, porque querrán volver cuando surjan situaciones que recuerden lo vivido.
Ø  Darle tiempo a las heridas para que sanen.

Ø  Acercarse más a Dios. Se ha echado culpa a Dios por no saber quién es el verdadero enemigo de nuestras almas. Amor de Dios, fe y domino propio son tres pilares para la restauración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario