jueves, 15 de septiembre de 2016

Emociones de las buenas.


Juan 5
Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.2 En Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, hay un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En ellos yacían muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua, 4 porque un ángel descendía al estanque de vez en cuando, y agitaba el agua; y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviera. 5 Allí había un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y se enteró de que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: « ¿Quieres ser sano?» 7 El enfermo le respondió: «Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua se agita; y en lo que llego, otro baja antes que yo.» 8 Jesús le dijo: «Levántate, toma tu lecho, y vete.» 9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho y se fue.

Así como el paralítico de Betesda perdemos oportunidades a causa de que esperamos sin movernos a causa de que repetimos situaciones y estamos esperando que las cosas sucedan de una sola forma.
Todos tenemos emoción y razón y pensamos que ser emocional no es inteligente pero en realidad solo tenemos emociones mal usadas.

No queres recordar el pasado donde tomaste malas decisiones a causa de tus emociones. (Enojo, depresión, miedo, angustia, ansiedad). Y decís Cambiaria algunas cosas de ese pasado.

Hoy tenés que vivir el presente  pero sentís que el tiempo se  te paso como al paralitico.
Jesús te dice como al paralitico: - te estoy diciendo que tenes una nueva oportunidad, hoy, podes vivir con Jesucristo,lo que no pudiste vivir hace años. .

Te acostumbraste a actuar siempre igual,  cuando no queres ser de una forma es justamente de esa forma como actuás, y eso es porque las emociones están allí, las que te causaron dolor y malos momentos.

Para activar las emociones negativas nuestra mente evalúa dos cosas: el poder de la amenaza y nuestra capacidad para dominar la situación. Si nuestra capacidad es mayor que la de la situación que enfrentamos y no siente una amenaza no activa el la defensa.
Pero si al hacer la evaluación, nuestra mente duda de que podamos dominar la situación con facilidad, entonces se disparan las reacciones de emergencia, es decir las emociones negativas (Enojo, depresión, miedo, angustia, ansiedad).
En el momento en que aparece Jesús en la vida del paralitico se abre una nueva posibilidad, es una puerta a ponerse de pie y andar nuevos caminos, lo que antes te enojaba, te deprimía, te asustaba, etc., con Jesús lo podes cambiar y dar lugar a todo lo que antes no fue por las malas decisiones. Con Jesús es posible lo anhelado.
El amor a nosotros mismos y saber que Dios nos ama y protege nos da seguridad y confianza en nosotros mismos.
1 Juan 4:18

La persona que ama no tiene miedo. Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el verdadero amor quita el miedo. Si alguien tiene miedo de que Dios lo castigue, es porque no ha aprendido a amar.



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